A menudo nos encontramos con ofertas de financiación “sin intereses”, pero… ¿realmente que significa?

Si estamos interesados en obtener financiación a través de pequeños créditos o préstamos de consumo, debemos tener en cuenta el coste efectivo de esa financiación, poniendo nuestro foco de atención en la TAE (o tasa anual equivalente).

Puede suceder que un préstamo tenga un TIN (o tipo de interés nominal) de 0% pero una TAE positiva por no conllevar intereses pero sí algún tipo de comisión o gasto. Por ello, es la TAE la que siempre nos informará del coste real del préstamo.

Por ejemplo, financiar un producto que cuesta 250 euros sin intereses en 5 meses con unos gastos al inicio de 5 euros, nos costaría en términos TAE más de un 8%.

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