El Día Universal del Ahorro surgió a raíz de la celebración en octubre de 1924 del Congreso Internacional de Ahorro que se reunió en Milán. Al Congreso acudieron delegados de casi todos los países y trataron temas sobre la organización y legislación de las Cajas de Ahorros. Al término de las sesiones, que finalizaron el 31 de octubre, el profesor italiano Filippo Ravizza, Director del futuro Instituto Internacional del Ahorro, dejó instituida esta fecha como el Día Universal del Ahorro.

La idea del Día Universal del Ahorro no era nueva pues ya existían celebraciones a nivel nacional, por ejemplo, en España ya se había celebrado un Día Nacional del Ahorro en 1921. El Día Universal del Ahorro surgió como un día dedicado a la promoción del ahorro en el mundo y en el cual los actos celebrados se inspiraban en el ideal del ahorro, en la idea de ahorrar para alcanzar un mejor nivel de vida.

Uno de los primeros intereses de la CECA, tras su constitución en 1928, fue comenzar las relaciones recíprocas con el Instituto Internacional del Ahorro. El Instituto le transmitió su gran interés en la celebración del Día del Ahorro y en la preparación del próximo II Congreso Internacional. Tras estas comunicaciones las Cajas de Ahorros confederadas recibieron por parte de la CECA sendas circulares al respecto. En la primera memoria de la CECA, correspondiente al ejercicio de 1928, se comenta que a parte de la acción perseverante de cada Caja en pro de la difusión del espíritu del ahorro, adaptada siempre a las particularidades del territorio o región en que se desenvolvían, se observó que la conmemoración de este Día fue la manifestación colectiva más importante y que fue celebrada por 40 Cajas.

El Día Universal del Ahorro se centraba en distintos colectivos: niños, mujeres, profesiones concretas… y para su difusión se utilizaban distintos medios:  huchas, carteles, sorteos, concursos, distribución de libretas de ahorro infantil, conferencias, películas publicitarias, artículos de prensa, canciones, etc.

Entre las canciones destacaban los Himnos del Ahorro que eran encargados por el Instituto Internacional del Ahorro a las distintas asociaciones nacionales de Cajas de Ahorros desde 1928. En el caso de España, el Instituto encargó a la CECA la composición del himno para el año 1935. El himno fue compuesto por su primer presidente, Eliseo Migoya, y fue radiado en emisoras de todo el mundo.

En el caso de la cartelería, la CECA convocó en 1960 el primer concurso, al que luego seguirían muchos otros, para la confección de un cartel de carácter general para ser utilizado por las Cajas como propaganda para el Día Universal del Ahorro, del diseño ganador llegaron a distribuirse más de 29.000 carteles.

Uno de los aspectos más destacables del origen del Día Universal del Ahorro fue su inmersión en el ámbito de las escuelas, ya se habla en el II Congreso Mundial del Ahorro (1929) de la función educadora de las Cajas de Ahorros, de la convicción de que la enseñanza a la juventud de los principios del ahorro era de la mayor importancia y que, por lo tanto, esta materia debía formar parte de los programas de las escuelas permitiendo que el ahorro pudiera enseñarse en todas ellas. Así sigue siendo en muchos países donde la celebración de este Día es una auténtica tradición.