La educación financiera sigue siendo una asignatura en la que España «necesita mejorar» y así lo atestiguan diferentes estudios. Por ejemplo, un informe del Banco Mundial asevera que nuestro país se queda por debajo de la media europea, al situarse en el 49 por ciento el porcentaje de la población que tiene conocimientos suficientes en esta materia, respecto al 52 por ciento de la media de la Unión Europea. Los mismos problemas quedan reflejados en los estudios de otras instituciones, como los que elabora la OCDE. En ese sentido, las nuevas tecnologías pueden constituir una poderosa arma para luchar contra esta lacra. «No cabe duda de que nos encontramos en un momento de transformación tecnológica y digital que afecta a todos los sectores de la economía y que, en muchos casos, está cambiando los modelos tradicionales de consumo. Estamos convencidos de que, en el ámbito de la educación financiera, la tecnología tiene el gran reto de acercar y explicar a la sociedad y, especialmente, a los segmentos más vulnerables, todos los nuevos procesos que se están produciendo», explica a este respecto Juan Carlos López, responsable de Obra Social y Relación con el Cliente de la CECA.

«Actualmente, las personas, desde una edad muy temprana, son capaces de manejar móviles, tablets, ordenadores, etc. Los niños son nativos digitales y la mejor vía para llegar a ellos es intentar hablar su idioma y utilizar estos medios. Por ello, la educación financiera difundida a través de la tecnología es mucho más atractiva para este público y llega de una forma lúdica y directa», añade María García Cabeza, directiva del Erste Financial Life Park, una experiencia pionera promovida por Erste Group en Viena, que consiste en un centro interactivo y de carácter lúdico para difundir este tipo de conocimientos.

En esta misma línea, Fernando Tejada de la Fuente, director de Conducta de Mercados y Reclamaciones del Banco de España, destaca la «capilaridad» que ofrecen las nuevas tecnologías para acceder a grandes segmentos de la población, especialmente para instituciones como el Banco de España o la CNMV, que cuentan con un ambicioso plan de educación financiera pero carecen de una red de oficinas o de puntos de atención al cliente diseminada por toda la geografía española.

El plan de la CNMV y el Banco de España

En ese sentido, tanto las redes sociales como las aplicaciones móviles y, sobre todo, la página web finanzasparatodos.es son pilares fundamentales de este proyecto en el que también se hace especial hincapié en estrategias y herramientas para mejorar la educación financiera en la etapa escolar.

Por su parte, la CECA también está trabajando en esta área. Cuenta con el portal rededucacionfinanciera.es y organiza una conferencia anual sobre este tema. Asimismo, las entidades asociadas a la confederación también aportan su granito de arena, con diferentes portales de este tipo y otras herramientas como la aplicación de educación financiera para móviles de la Fundación Caja Granada (BMN); o el juego interactivo «Aprende a ahorrar» de CaixaBank.

«Hemos aprendido mucho de la crisis que acabamos de pasar y, sin duda, las cosas mejorarán. En la actividad financiera y en el resto de cosas siempre habrá gente que juegue en los límites de la regulación. Pero lo que sí le garantizo es que los supervisores se toman muy en serio estas cuestiones y estamos trabajando con herramientas cada vez más potentes», dice sobre esto Tejada.