Los ahorros en costos y los bajos rendimientos impulsan a los financiadores a explorar la tecnología que sustenta al bitcóin.
Los primeros entusiastas del bitcóin alabaron la “criptomoneda”, o divisa digital, como una forma revolucionaria de dejar de lado a los bancos en un impulso libertario por cambiar drásticamente el orden tradicional del capitalismo.
Desde entonces, los bancos se han defendido. Hoy en día, la mayoría de las personas que asisten a conferencias sobre la tecnología “blockchain”, la cadena de bloques de transacciones — o contabilidad pública compartida — que sustenta al bitcóin, es más factible que estén vistiendo trajes en vez de las sudaderas con capucha y los pantalones vaqueros rasgados de hace algunos años.
Después de haber mantenido su distancia del bitcóin — por temor a los riesgos de fraude y de criminalidad — actualmente los grandes bancos ven enormes beneficios potenciales resultantes de aprovechar la cadena de bloques para hacer que el sistema financiero existente sea más eficiente.
El más reciente ejemplo de grandes bancos organizándose para explotar el potencial de la tecnología de la cadena de bloques surgió esta semana con el anuncio de que cuatro grandes financiadores se han unido para desarrollar la “utility settlement coin” (USC), una nueva forma de dinero digital.
UBS, Santander, Deutsche Bank y BNY Mellon — los cuatro bancos que están trabajando con la corredora británica ICAP y la desarrolladora Clearmatics Technologies — enfatizan que no están creando una nueva “criptomoneda”.
Más bien, el sistema que están desarrollando usa la tecnología de la cadena de bloques para crear diferentes monedas que son directamente convertibles en monedas existentes depositadas en los bancos centrales. En esencia, es una forma de poner dólares, euros y libras esterlinas en la cadena de bloques.
Mientras que otros proyectos de efectivo digitales están siendo examinados por otros bancos — tales como el proyecto Citicoin de Citigroup o el “SETLcoin” de Goldman Sachs” — ésta es la primera vez que numerosas instituciones se han unido para crear una utilidad de dinero digital para usarse en los mercados financieros.
Entonces, ¿cómo funciona? ¿Y qué problema está intentando resolver?
Las monedas se ‘almacenan’ en una red de computadoras, cada una de las cuales debe aprobar una transacción que se ha llevado a cabo antes de que sea registrada en una “cadena” de código informático. La criptografía se utiliza para mantener operaciones seguras, y los miembros comparten los costos.
Los detalles de las transferencias se registran en un libro de contabilidad que cualquiera en la red puede ver, eliminando la necesidad de tener una autoridad central, por lo que a la tecnología también se le ha apodado el “libro de contabilidad distribuida”.
El objetivo es acelerar la compensación y la liquidación en los mercados financieros permitiendo que las instituciones paguen por los valores, tales como bonos y acciones, sin tener que esperar que las transferencias de dinero tradicionales se completen en el llamado proceso de entrega contra pago (DVP, por sus siglas en inglés).
Al cambiar la compensación y la liquidación de los mercados financieros a un “libro de contabilidad distribuida”, los bancos tienen la esperanza de acabar con gran parte de sus costosas operaciones administrativas, las cuales procesan las negociaciones y mantienen los registros actualizados. Tener pagos más rápidos también debiera liberar el capital que los bancos mantienen contra el riesgo comercial.
Según un reciente informe producido en conjunto por Santander, Oliver Wyman y Anthemis, los ahorros totales resultantes del uso de la tecnología de la cadena de bloques en pagos, negociaciones de valores y en el cumplimiento de la normativa pudieran alcanzar una cantidad de US$15-US$20 mil millones anuales para el año 2022.
El consorcio detrás de la USC busca tener un lanzamiento comercial a principios de 2018, para cuando espera añadir numerosos nuevos miembros al consorcio, el cual se está manteniendo pequeño para retener flexibilidad.
El consorcio planea pasarse el año próximo ganando la confianza de los bancos centrales y de los reguladores, cuyo apoyo es esencial para el éxito del proyecto. Los bancos centrales se están gradualmente entusiasmando con la idea de monedas digitales y algunos, como el Banco de Inglaterra, están trabajando activamente en la creación de la suya propia, por lo que es bastante probable que brinden su apoyo.
Sin embargo, el proyecto todavía enfrenta numerosos retos. Uno de ellos es la velocidad de transacción. Al bitcóin a menudo se le critica por no poder ampliarse porque su cadena de bloques puede manejar sólo cerca de siete transacciones por segundo, a diferencia de, por ejemplo, las 24,000 por segundo de Visa. Cualquier solución de los bancos tendrá que ser rápida y capaz de procesar grandes volúmenes.
Según McKinsey, también existe la pregunta de si los bancos perderán casi tantos ingresos como ahorrarán en costos. Los bancos obtienen US$1.7 mil millones al año, o el 40 por ciento de los ingresos totales, de los servicios de pago globales. ¿Cuánto de esto pudiera sustituirse por una solución de pagos con la cadena de bloques?
Por último, la proliferación de diversos proyectos de cadena de bloques entre bancos — que ya se cuentan entre los cientos — plantea serias preguntas de si se unirán en torno a un estándar único o si terminarán usando numerosas tecnologías incompatibles.
Algunos escépticos consideran que los bancos realmente no entienden el concepto. “Con este sistema los bancos están comunicándose entre sí, y el punto de la cadena de bloques es establecer un consenso en presencia de participantes potencialmente no fiables, al igual que bitcóin, en el Internet”, comentó Dave Birch, de la consultora de pagos Consult Hyperion. “Es una situación lamentable — la cual la tecnología no va a solucionar — si los bancos no se confían entre sí”.
Los pioneros del bitcóin de sudaderas con capucha puede que estén desesperados de ver su creación secuestrada por los grandes bancos. Pero Hyder Jaffrey, jefe de innovación tecnológica financiera en UBS, asegura que muchas personas que actualmente trabajan en la cadena de bloques para los bancos comenzaron sus carreras en proyectos de bitcóin. A lo que agregó: “Necesitamos su pericia”.
Leer noticia (The Financial Times)